martes, 26 de enero de 2010

Una vida empieza y la otra termina

La vida es curiosa, nacemos para morirnos, pero nunca estamos preparados para ello. Es duro convalecer y es duro ver a un ser querido convaleciente. Creo que lo más duro de esto es que es precisamente en esos momentos cuando alguien cercano esta por morir que nos damos cuenta de todo lo que pudimos hacer con esa persona y que nunca hicimos, quiero decir en esos momentos nos damos cuenta de nuestros errores y eso lo hace muy difícil, porque ya no hay vuelta de hoja, ni otro comienzo. Sin embargo ocasionalmente cuando una vida termina otra comienza dentro de la misma familia. Esto puede ser la ocasión perfecta para no volver a cometer los mismos errores que nos llevan a arrepentirnos y sentirmos muy infelices ante la muerte de alguien cercano. Finalmente ¿para qué venimos al mundo? Para ser felices, y si llevamos una vida plena y feliz, no nos sentiremos inquietos o arrepentidos ante la muerte, ya sea la propia o la de alguien querido. Incluso de los errores podemos aprender mucho, para no volver a repetirlos.

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